Por: Valeria de las Estrellas
Me contó mi padre, aquella mañana de domingo, cuando le pregunté sobre el origen de los hombres y las mujeres de Santo Tomás de Villanueva. que allá por el mes de abril un viernes santo del año 33 después del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo en un paraje conocido como Kamajorú, donde la noche era color naranja y duraba tres meses había un pájaro azul, que volaba entre los bosques de astromelias, flores de la Habana, azares de la india, jazmines, gallinas, amarillos, matar ratones rosados, Acacias, caña guate, y trinitaria rosadas, blancas, anaranjadas, moradas y rojas.
Y un día, en ese bosque colorido apareció una criatura exótica belleza que tenía el cuerpo cubierto de flores y mariposas rojas verdes salmones negras y aguamarina y el cabello largo suave y luminoso y que, años más tarde se llamaba Brígida, que quiere decir ciudad o valle o excelsa victoriosa; también es según los celtas la diosa del fuego.
Mi padre continuó diciendo que el pájaro azul estuvo revoloteando alrededor de la criatura durante 270 días. Cumplido ese tiempo se posó sobre el hombro de Brígida, ella lo tomó en sus manos y con su pecho y lo apretó suavemente y entonces se produjo una gigantesca explosión de luz muy blanca y por todo el lugar se aparecieron cientos de pedazos de luz que se iban turnando primero azul y luego amarilla y finalmente verde. Entonces aparecieron las siluetas de dos pequeñas criaturas un niño y una niña, que para cuando se apagaba la luz, ya se habían convertido en un hombre y una mujer de piel café se abrazaban y nuevamente se producía explosión de luz muy blanca y de nuevo por todo el lugar los cientos de pedazos de luz que se iban turnando primero azul y luego amarilla y finalmente verde.
Entonces aparecieron la niña y el niño cuando se apagaba la luz un hombre y una mujer de piel café y luego y luego el abrazo y después la luz el niño y la niña y. Así durante la noche del Viernes Santo del año 33 todas las noches de luna nueva durante 33 años más Esta es, hija mía, dijo mi padre, la manera como se originaron los hombres y las mujeres de Santo Tomás de Villanueva